La caseína y el suero de leche son dos de las fuentes de proteínas más populares entre los atletas y culturistas de alto nivel. Muchos atletas incluso tienden a confundir estos productos, que tienen muchos puntos en común. Sin embargo, estos dos complementos alimenticios son muy diferentes entre sí y tienen sus propios beneficios específicos. Descubra las diferencias entre ellos para poder utilizarlos correctamente.
Sommaire
Whey, una proteína derivada del suero de leche
El suero de leche es un complemento alimenticio que se obtiene de la fabricación del queso. El suero, un líquido rico en proteínas, se obtiene durante el proceso de fabricación del queso. Sufre una serie de transformaciones antes de convertirse en polvo. Suero de leche es el nombre científico que se da al lactosuero.
El suero de leche se considera una proteína de acción rápida, lo que significa que el tiempo necesario para asimilar completamente la proteína es relativamente corto. En teoría, sólo se necesitan unos veinte minutos para que toda la proteína consumida pase al torrente sanguíneo.
Entre 20 y 40 minutos después de la ingestión de proteínas, el nivel de aminoácidos circulantes en la sangre alcanza su máximo y en apenas 1 hora, el proceso metabólico asociado a la síntesis de proteínas habrá llegado a su fin.
Esta rapidez del proceso es muy importante en la medida en que la síntesis de nuevas proteínas será más rápida que la degradación muscular provocada por el esfuerzo físico intenso, lo que permitirá a los deportistas ganar una musculatura óptima.
La caseína micelar, una proteína derivada de la cuajada
La caseína es una proteína mucho más lenta que el suero. En otras palabras, el pico de aminoácidos no se produce hasta 3 o 4 horas después de la ingestión, mientras que el pico del suero de leche se produce al cabo de unas pocas decenas de minutos.
En términos de contenido proteico, el pico de la caseína también es mucho más bajo que el del suero. Sin embargo, es más capaz de ralentizar la degradación muscular que el suero. La caseína libera aminoácidos más lentamente, lo que le permite nutrir los músculos más profundamente.
A diferencia del suero de leche, en lugar de proporcionar un considerable excedente de proteínas en un corto espacio de tiempo, la caseína ralentiza la degradación muscular, lo que en última instancia contribuye a un equilibrio adecuado entre ambas.
¿Qué tienen en común y cuáles son las diferencias?
¿Qué tienen en común?
El suero de leche y la caseína son complementos alimenticios en polvo de alta calidad, ricos en aminoácidos de cadena ramificada de la categoría de los BCAA.
Proporcionan un aporte proteico considerable, esencial para un buen crecimiento y recuperación muscular. Estos dos suplementos se pueden encontrar en casi todos los productos lácteos estándar. La leche entera, por ejemplo, contiene alrededor de un 80% de caseína y un 20% de suero.
Se trata de complementos alimenticios naturales a base de proteínas que forman parte integrante de la dieta de un culturista que quiera desarrollar su musculatura.
Las diferencias clave
La verdadera diferencia entre los dos complementos alimenticios radica en la velocidad a la que el organismo asimila las proteínas. El suero de leche se consume más rápidamente, proporcionando un suministro casi instantáneo de aminoácidos, mientras que la caseína se digiere más lentamente, asegurando un suministro más prolongado.
Por lo tanto, el suero de leche es más adecuado para aumentar el volumen muscular gracias a su capacidad para elevar rápidamente el nivel de aminoácidos en la sangre y acelerar el proceso de síntesis de proteínas musculares.
La caseína, por su parte, combate eficazmente la degradación muscular, un fenómeno que se produce después del ejercicio intenso y durante los periodos de pérdida de peso.
¿Cómo deben consumirse?
Es muy tentador mezclar los dos complementos alimenticios para obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible. Sin embargo, no es aconsejable combinarlos.
De hecho, mientras que el suero acelera la síntesis proteica, la caseína tiende a ralentizarla, lo que anulará la mayor parte de los efectos del suero. Al final, la estarás consumiendo para nada, sin ningún efecto beneficioso.
Así que no tomes los dos al mismo tiempo, sino que trabaja metódicamente, aprovechando las propiedades de cada complemento alimenticio. Por ejemplo, el suero de leche es una excelente opción antes, durante y después del ejercicio por su capacidad para asimilar las proteínas muy rápidamente.
La caseína, en cambio, es mejor tomarla antes de acostarse, ya que el metabolismo se ralentiza durante el sueño. También puede tomarla los días de descanso para evitar excederse en la comida, pero experimentar una sensación duradera de saciedad gracias a su lenta digestión.