Testosterona y culturismo: ¿cuál es la relación? Implicada en el aumento de la masa muscular o crecimiento muscular, esta hormona es una hormona importante en el deporte, en particular en el culturismo. En los hombres, es producida de forma natural por los testículos y, en menor medida, por los ovarios y las glándulas suprarrenales, bajo la acción de las hormonas LH y FSH secretadas por la hipófisis y el hipotálamo. Cataliza reacciones fisiológicas y metabólicas en el organismo, con efectos beneficiosos para el desarrollo muscular.
Por lo tanto, la testosterona es importante para el desarrollo físico y la transformación, con un efecto sobre el volumen muscular, la construcción de masa muscular y el mantenimiento de la masa muscular. Se trata, por tanto, de una hormona anabólica que contribuye a la construcción y el crecimiento muscular, al tiempo que proporciona a los musculadores tono y más energía. Analizamos con ustedes, profesionales y aficionados, la estrecha relación que existe entre la testosterona y el culturismo.
La testosterona ayuda a construir músculo
La testosterona es una hormona anabólica que interviene en gran medida en la formación del tejido corporal, en particular del músculo, porque aumenta la transformación de los nutrientes en tejido vivo. En los hombres, ayuda a construir tejido muscular o a dar músculo al cuerpo. Como resultado, los hombres con más testosterona son más musculosos que las mujeres. El efecto de esta hormona es aumentar la masa muscular.
La masa muscular que tenemos depende en parte de esta síntesis proteica. Esta hormona anabólica interactúa a nivel molecular para estimular la síntesis de proteínas y el crecimiento de los tejidos, lo que se traduce en un aumento del músculo. Además de acelerar la síntesis proteica, el efecto anabólico de esta hormona también se manifiesta a través de la retención de nitrógeno. Esta hormona induce cambios en el organismo y, por tanto, favorece el anabolismo muscular, que corresponde a la renovación o construcción del tejido celular. Conduce a una mejor gestión del anabolismo muscular.
Gracias a esta hormona, que activa el anabolismo, el tejido muscular degradado durante el esfuerzo o el ejercicio se regenera durante las fases de anabolismo. De este modo, el tejido muscular se reconstituye y se renueva, contrarrestando así el efecto de la degradación del tejido muscular por el organismo para producir la energía que necesita (catabolismo muscular). De hecho, al estimular la síntesis de proteínas, esta hormona aumenta el anabolismo. El aumento del anabolismo, que en consecuencia es mayor que el catabolismo, se traducirá por lo tanto en un aumento muscular.
Con las acciones anabólicas de esta hormona, es por tanto posible tener músculo o ganar músculo de forma natural teniendo un nivel suficiente de hormona masculina en el cuerpo, a través de una dieta y un estilo de vida adecuados. Comprar testosterona directamente es otra forma de potenciar este fenómeno. El descanso y el sueño también son importantes para no interferir en la producción natural de testosterona.
La testosterona favorece el crecimiento muscular
La testosterona es de gran beneficio para los constructores de músculo en su búsqueda de crecimiento muscular. De hecho, es una hormona importante en el campo del culturismo. Muscula el cuerpo y favorece el crecimiento muscular. De este modo, permite una musculatura visible o el desarrollo de los músculos esqueléticos (que son diferentes del músculo cardíaco).
A niveles elevados, la testosterona favorece el crecimiento del músculo esquelético aumentando la síntesis de las proteínas que intervienen en el crecimiento de las fibras musculares. Para ello, se infiltra en las células y favorece el proceso necesario para la síntesis de proteínas. De este modo, añade volumen a la musculatura o permite que el músculo gane volumen al aumentar el tamaño y el número de fibras musculares. Multiplica las fibras musculares y aumenta la masa muscular del organismo. La liberación de una cantidad suficiente de testosterona en el torrente sanguíneo favorece la hipertrofia muscular, que corresponde a un aumento del volumen muscular. De este modo, potencia el crecimiento muscular.
Existen numerosos receptores de esta hormona en los músculos. Así, en la superficie de las células musculares, esta hormona masculina se une a los receptores y, a continuación, en el interior del tejido muscular, aumenta las señales bioquímicas responsables de la síntesis de proteínas. Con estas diversas acciones a nivel de las células musculares y del tejido muscular, la testosterona afecta directamente al crecimiento muscular. Para aumentar la masa muscular, esta hormona también favorece la síntesis de miofibrillas(filamentos de actina y miosina), que son las células musculares. Induce un desarrollo específico en la célula muscular.
Para favorecer un desarrollo muscular armonioso, esta hormona masculina también ayuda a eliminar las grasas y a reducir el tejido adiposo. Estimula eficazmente las propiedades reductoras de grasa del organismo.
La testosterona aumenta el tono y los niveles de energía
Los niveles elevados de testosterona son importantes para los culturistas. Trabajar un gran número de músculos durante un largo período de tiempo requiere una cantidad significativa de testosterona en el cuerpo. Gracias a las propiedades anabólicas de esta hormona, que ayuda a retrasar la sensación de fatiga, los culturistas pueden prolongar fácilmente sus sesiones de entrenamiento. Como resultado, la fatiga no se siente demasiado durante las sesiones de entrenamiento, y la resistencia a la fatiga aumenta.
Por lo tanto, en lo que respecta al culturismo, esta hormona nos permite entrenar más a menudo, esforzarnos más y beneficiarnos de los efectos de las sesiones de culturismo. Como resultado, se desarrolla una mayor fuerza. Como esta hormona es también la hormona de la virilidad, aumenta la agresividad y la competitividad al tiempo que facilita la resistencia y la recuperación y aumenta el almacenamiento de azúcar en los músculos. Así, durante las sesiones, esta hormona favorece la movilización de las reservas energéticas. Los efectos de esta hormona generan una energía constante, un aumento de la resistencia, de la respiración y del tono.
Favorece una mejor recuperación después del ejercicio. Durante la fase de recuperación, favorece la relajación de los músculos, con una mejor reparación muscular tras los microtraumatismos provocados por un esfuerzo intenso.
Pero los efectos de esta hormona no son sólo físicos, esta hormona masculina también actúa a nivel psicológico. Esta hormona estimula la mente, con un efecto considerable sobre la motivación. Te hace más perseverante y te permite entrenar más duro y durante más tiempo. Como resultado, los culturistas pueden entrenar muy duro con ejercicios de fuerza, al tiempo que soportan cualquier dolor que pueda producirse.