El dianabol es un producto que atravesó el siglo XX y dejó su huella en muchas mentes. Para muchos en el pasado, fue el producto en el centro de la competición deportiva entre los bloques oriental y occidental. Con estas famosas motos deportivas que parecían motos de hombre y no tenían nada de femenino…
Dicho esto, el desarrollo se produjo a pequeños pasos. El Dianabol es el fruto de años de investigación. De hecho, todo empezó con la testosterona. Una hormona fácil de obtener y producida naturalmente por el cuerpo humano. Para mejorar el rendimiento, basta con suministrar al organismo más cantidad de ella. Los comienzos fueron un poco empíricos, pero así empezó todo. Primero con los soviéticos, luego con los occidentales. Y ahí empezó la carrera armamentística (deportiva).
Cada bloque quería obtener una ventaja sobre su rival. Así que fue necesario producir nuevos métodos para ganar masa, nuevas moléculas.
En aquella época, lo que importaba era ganar el mayor número posible de premios y galardones. El deporte era un escaparate de lo que cada bando podía ofrecer. La supremacía en el terreno de juego o en la pista de atletismo significaba (en aras de la brevedad) la supremacía de un bloque sobre el otro.
Para alimentar estas ambiciones, se recurrió a la medicina. Así fue como el Dr. Ziegler y la empresa farmacéutica Ciba consiguieron desarrollar una molécula llamada Metandrostenolona, comercializada con el nombre de Dianabol.

Fue un éxito instantáneo.
Gracias a este nuevo «producto», los atletas estadounidenses se vengaron de los soviéticos.
La ventaja de este producto era que era tan anabólico como la testosterona, sin el impacto androgénico (o al menos menos menor). Y funciona igual de rápido.
Durante una veintena de años, la Metandrostenolona fue una referencia en el mundo del culturismo y una necesidad para todo aquel que quisiera ganar una medalla. En aquella época, era perfectamente legal y, sobre todo, no había mucha preocupación por los efectos secundarios. Sobre todo porque no había suficiente retrospectiva para verlos.
De hecho, no fue hasta la década de 1980 cuando hubo una verdadera concienciación sobre el tema y una forma de presión administrativa. En varias ocasiones, la FDA solicitó información adicional a Ciba, el fabricante del Dianabol. La red se estrechó en torno a este producto cada vez más controvertido.
Finalmente, la FDA retiró todas las autorizaciones de comercialización del producto. El Dianabol pasó a ser ilegal porque era demasiado peligroso y tenía demasiados efectos secundarios. Fue una tragedia para muchos culturistas, pero una oportunidad para otras empresas. Se estaban desarrollando alternativas legales y seguras.