Ganar músculo no consiste sólo en ir al gimnasio a entrenar. También hay que llevar un estilo de vida y una dieta. Esto no es incompatible con tomar suplementos dietéticos o productos para mejorar el rendimiento. Pero no pienses que se trata de productos milagrosos.
El marketing antes que los resultados
Existen varios tipos de productos en el mercado de los suplementos deportivos. En primer lugar, están los que indican claramente que son un suplemento. Como tales, no hacen más que proporcionar al cuerpo un pequeño extra para ayudarle a desarrollar músculo más fácilmente.
Luego están los otros productos, comercializados de forma más agresiva. Éstos hacen hincapié en su formidable eficacia y en el aumento rápido y sin esfuerzo de la masa muscular. En estos casos, los argumentos contundentes y las grandes promesas suelen primar sobre la eficacia real del producto. Hay que subrayar que, en la actualidad, no existe ningún producto capaz de aumentar la masa muscular rápidamente y sin esfuerzo. Los únicos productos capaces de lograr resultados tan rápidos son los anabolizantes prohibidos en el mercado. En consecuencia, los resultados de estos productos suelen ser efímeros en el mejor de los casos. Inexistentes en los casos menos favorables.

Progresión lineal pero constante
Si sigues el patrón de un entrenamiento clásico, te darás cuenta enseguida de que los resultados se consiguen a base de esfuerzos repetidos. Poco a poco, el cuerpo crece y produce tejido muscular para desarrollar los músculos que se entrenan. Esto sucede en pequeños pasos, ya que las sucesivas sesiones de entrenamiento dejan microlesiones.
Sin embargo, un producto que promete desarrollar los músculos sin hacer nada y/o rápidamente va en contra de este principio básico. Según el marketing, los músculos crecen ex nihilo, a partir de nada más que la ingesta de un batido. Salvo que el organismo está lejos de ser capaz de detectar un producto ingerido y fijarlo en un lugar específico del cuerpo. La naturaleza no funciona así.
Resultados efímeros, un principio a desmentir
Sin embargo, es importante subrayar que algunos productos pueden tener efectos momentáneos o efímeros. Todos los productos contienen principios activos. Como su nombre indica, los principios activos actúan sobre el organismo cuando se ingieren. Podemos tomar como ejemplo el aceite de fenogreco y otros productos más o menos naturales. El usuario notará un efecto.
Sin embargo, hay que saber distinguir entre un producto cuyos efectos son duraderos y otro cuyos efectos son limitados en el tiempo (generalmente el tiempo que se toma el producto).
Es un poco como las dietas de adelgazamiento que prometen perder kilos a la velocidad del rayo. En realidad no es mentira, pero la durabilidad de los resultados está seriamente en duda. Esto se debe a que se trabaja sobre las partes periféricas de los músculos y no sobre la masa total.