Los errores más comunes que hay que evitar al utilizar una silla romana

La silla romana se considera una pieza fundamental del equipamiento de cualquier gimnasio. Es imprescindible, ya que permite desarrollar los músculos de la parte superior e inferior del cuerpo. Sin embargo, a menos que vayan acompañados de un entrenador personal, la mayoría de los principiantes cometen errores al utilizarla. Y los errores pueden provocar lesiones. Por eso, el equipo de Athletes Temple ha elaborado una breve lista de los errores más comunes que hay que evitar

Concentrarse en un solo ejercicio

Este es un error que cometen la mayoría de los principiantes. Cuando utilices una silla romana, no te fuerces. Cuando te subes por primera vez a una silla romana, tienes barras por todas partes y no sabes hacia dónde girar. Así que pruebas un ejercicio, luego otro y luego otro. Es cierto que la novedad atrae, pero hay que concentrarse.

Una vez que te hayas instalado, tienes que centrarte en tu entrenamiento y en tu circuito de entrenamiento y no desviarte de él. No importa si no utilizas la mitad de los accesorios… Llegará un momento en que te serán útiles y podrás utilizarlos. Mientras tanto, debes concentrarte en lo que realmente necesitas.

El dolor es normal… al principio

Los ejercicios son muy difíciles al principio. No importa si utilizas una silla con banco o un soporte de pared… el dolor es una parte normal del proceso. Poco a poco su cuerpo se acostumbrará y las molestias/dolores desaparecerán.

Con una silla romana, los músculos implicados tienen que soportar mucho peso, al que no están necesariamente acostumbrados. Tampoco están acostumbrados a la resistencia de la máquina al esfuerzo.

Mientras tanto, es posible ajustar la resistencia y la dificultad en la máquina para que el ejercicio sea menos difícil y más llevadero. Lo único que hay que hacer después es ajustarla hacia arriba.

erreur chaise romaine
Hay que acostumbrarse a la silla romana para no cometer errores.

Dosificar correctamente el esfuerzo

Contrariamente a lo que podría pensar un principiante, la silla romana no incita a esforzarse al máximo. Al contrario, no hay que ir demasiado lejos. El movimiento correcto para la parte superior es aquel que se detiene en un ángulo de unos 90° antes de volver a la posición inicial. Si te pasas, puedes lesionarte, sobre todo con tendinitis y problemas articulares.

Equivocarse de posición

La silla romana te permite desarrollar tus bíceps y tríceps como desees. Puedes sujetar la barra alta en decúbito supino o en pronación. Pero ten cuidado de hacer el ejercicio correctamente.

Según el agarre que utilices, entrenarás más un músculo que otro. Y eso lo cambia todo.

Como parte de un programa de entrenamiento, debes ser meticuloso con lo que haces. Un error en el agarre y puedes trabajar dos veces el mismo músculo, mientras que otro permanece en reposo y no se trabaja. Al final del ciclo, esto se notará en un volumen menos uniforme y una debilidad residual que habrá que remediar en un ciclo futuro.