Según mi experiencia, cada vez son más las personas que se proponen perder peso. Pero quieren que sea rápido y, a ser posible, sin esfuerzo.

Así que hacen una dieta tras otra, conocidas como dietas «yo-yo», porque siempre acaban recuperando el peso perdido, si no más. Estas dietas ponen a prueba tu cuerpo. La razón es sencilla: son restrictivas (ayuno intermitente, sustitutivos de comidas, dietas sin carbohidratos, ceto, cetogénica, atún, etc.).

Además, la pérdida de peso se ha convertido en un negocio. Miles de marcas han hecho de ello su medio de vida y te venden sueños con productos milagrosos y pérdida rápida de peso…. No todo lo que es extremo es eficaz, o sólo a corto plazo.

Afortunadamente, y este es el objetivo de este artículo, hay soluciones y están al alcance de todos.

Para ello, hay algunas condiciones…

Entienda que no está empezando otra dieta más, sino nuevos hábitos alimentarios saludables combinados con deporte.
No hay que comer en exceso ni hacer demasiado cardio, al contrario, es contraproducente.
Los productos detox, las cápsulas adelgazantes y los sustitutos de comidas no hacen más que vaciarte la cartera y nada más.

¿Cuáles son las soluciones?

Empieza por aumentar progresivamente tu actividad física diaria. El deporte no tiene por qué ser una obligación. Encuentre una actividad que se adapte a sus objetivos (marcha, bicicleta, musculación, deportes de equipo, etc.).

El deporte no sólo te ayuda a perder peso, sino que también te hace sentir bien. Cuando entrenas, segregas serotonina, la hormona de la felicidad.

Todos estos nuevos hábitos no tienen por qué instaurarse a corto plazo. Tienen que formar parte de tu rutina diaria.

Si quieres resultados duraderos, la paciencia es una de las claves del éxito. No te rindas y conseguirás perder peso para siempre.

Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, es posible que no consiga perder peso.

Esto puede deberse a varios factores:

Un metabolismo agotado por demasiadas restricciones.
Problemas intestinales y/o digestivos.
Disfunción hormonal o tiroidea…
Bloqueos psicológicos…

Hay un gran número de parámetros a tener en cuenta y de vías individuales a seguir que podrían explicar su estancamiento.

Uno de los problemas más frecuentes es fiarse únicamente del peso en la báscula.

El peso no significa absolutamente nada; es una herramienta muy fluctuante. Y muy pronto se convierte en una obsesión. Fijarse en la báscula es un error: una persona puede haber perdido 1 kg de grasa corporal pero haber ganado 1 kg de músculo. El resultado es el mismo peso. Pero una recomposición corporal interesante.

Por eso es una buena idea contar con apoyo. Porque todos estos factores influyen directamente en la pérdida de peso.

Al principio, tendrás resultados positivos, pero muy pronto el peso se estabilizará debido a la falta de conocimiento, y ahí es donde entra en juego nuestro papel como coach.

Así que rodéate de las personas adecuadas.

Los influencers (como su nombre indica) no son referentes. El número de suscriptores que tenga una persona no determina la calidad de su trabajo/contenido.

Consigue seguidores de alguien con una trayectoria contrastada.

A partir de ahí, ¡depende de ti!