Pilates: sesiones de refuerzo muscular de calidad

Joseph Pilates nació en 1880 en Alemania, cerca de Düsseldorf. Su padre era gimnasta de alto nivel y su madre naturópata. Niño enfermizo, Joseph Pilates padecía raquitismo y artritis reumatoide. Pero eso sin contar con la férrea voluntad de un hijo al que tanto le gustaría ser como su padre. Para compensar sus problemas de salud, el adolescente practicaba asiduamente numerosos deportes como gimnasia, submarinismo, esquí y boxeo. Al mismo tiempo, se interesó por el yoga y las artes marciales. Desarrolló sin descanso una técnica de trabajo sobre su propio cuerpo para mejorar su aspecto y dinamismo. A los 14 años, el cuerpo de Joseph Pilates se había transformado. Ahora era un atleta consumado. Se dio cuenta de que la salud mental y física estaban estrechamente relacionadas. Tras superar sus discapacidades infantiles, declaró: «Es a través de la mente como se construye el cuerpo». Apasionado de la anatomía, estudió enfermería. A los 22 años se trasladó a Inglaterra, donde comenzó una carrera como boxeador y también se unió a una compañía de circo.

Cuando Gran Bretaña entró en guerra en 1914, fue hecho prisionero y acabó en un campo de internamiento en la Isla de Man con muchos heridos. Fue allí donde su vida dio un giro decisivo. Trabajó como enfermero y tuvo que lidiar con la inercia de sus pacientes debido al trauma de la guerra. Al ver los cuerpos destrozados de los soldados con los que trabajaba, a Joseph Pilates se le ocurrió la idea de aplicar a sus compatriotas los mismos movimientos que le habían ayudado a él unos años antes. Pero la mayoría de los soldados estaban inmovilizados en sus camas, y él disponía de pocos recursos. Así que desmontó las camas para extraer los muelles, que utilizó para crear resistencia. De este modo, desarrolló toda una serie de ejercicios de rehabilitación. Para recuperar la movilidad y fortalecer los músculos, los presos tenían que empujar, retroceder y resistir permaneciendo, necesariamente, tumbados. A pesar de su inercia, los pacientes de Joseph Pilates iniciaron su convalecencia e hicieron enormes progresos. Tras un duro trabajo, observó que sus pacientes se recuperaban de sus lesiones mucho más rápidamente que los demás. Había nacido el método Pilates.

Los distintos tipos de sesión de Pilates

A cada cual su método, a cada cual su Pilates.

Lo mejor es empezar con unas diez sesiones individuales para poder hacer balance de lo que se quiere conseguir y de los músculos que se quieren trabajar. Además, estas sesiones permiten al nuevo alumno asimilar los fundamentos de la respiración y las distintas posturas de trabajo. Pero después, es perfectamente posible reproducir el programa establecido con la ayuda del profesor por su cuenta, en casa. Por desgracia, el sistema a medida sigue siendo bastante caro, y mucha gente prefiere las clases en dúo o en grupo, que son más asequibles.

Cinco minutos aquí, 20 minutos allá, una clase colectiva de vez en cuando, una sesión en casa con un DVD… El pilates se adapta a los horarios apretados, se cuela fácilmente en la agenda de un ministro y es accesible a todos, sea cual sea su presupuesto, su condición física… Para desestresarse, olvidarse de las preocupaciones, antes de una reunión importante, entre dos tareas domésticas, para ponerse en movimiento al menos 30 minutos al día… Puede practicarse en clases colectivas, en sesiones privadas con un entrenador, con amigos o incluso solo en casa, sobre una esterilla o con la ayuda de accesorios. Pero sea cual sea tu motivación y el método que elijas, Pilates es bueno para ti y, al fin y al cabo, ¿no es eso lo que quieres de él?

pilates

Ejemplos de ejercicios para fortalecerte

Ejercicio 1:

Parte del cuerpo que se trabaja: músculos abdominales.

  • Posición inicial: túmbate en el suelo, con la espalda plana y los hombros ligeramente elevados.
  • A continuación, coloque una pelota grande entre las piernas.
  • Movimiento: levante las piernas y luego bájelas sin que la pelota toque el suelo.
  • Contraiga siempre bien los músculos abdominales con cada movimiento de las piernas y mantenga la espalda recta durante todo el ejercicio.
  • Haz 3 series de 10 movimientos, descansando 30 segundos entre cada serie.

Ejercicio 2:

Parte del cuerpo objetivo: muslos.

  • Posición inicial: Siéntese con las piernas flexionadas, llevando los pies plantar con plantar lo más cerca posible de la pelvis.
  • Mantenga la espalda recta y estire el cuello al máximo.
  • Movimiento: estire la parte interior de los muslos al máximo sin forzarlos.
  • Mantenga la posición de 5 a 10 minutos si es posible. Después de algunas sesiones, intente mantener esta postura durante más tiempo.
  • Relájese inspirando y espirando unas diez veces, procurando mantener el vientre plano.

Ejercicio 3:

Parte del cuerpo a trabajar: glúteos.

  • Posición inicial: tumbado boca arriba, con los brazos a los lados y las piernas flexionadas, los pies apoyados en el suelo.
  • Movimiento: Empuje las caderas lo más alto posible hacia el cielo, contrayendo los músculos de los glúteos.
  • Espira al contraer e inspira al soltar.
  • Haga 3 series de una docena de movimientos, que deberá adaptar en función de su condición física.

Ejercicio 4:

Parte del cuerpo a trabajar: músculos abdominales.

  • Posición inicial: tumbado boca arriba, piernas flexionadas, rodillas ligeramente separadas, pies apoyados en el suelo y brazos a los lados.
  • Relájese inhalando y exhalando unas diez veces, procurando mantener el vientre plano (de 3 a 5 segundos de inhalación rítmica seguidos de 5 segundos de exhalación).
  • Movimiento: Inhala y luego exhala, levantando la cabeza del suelo, la barbilla hacia abajo, los brazos y las manos extendidos, los hombros bajos.
  • Estire las piernas verticalmente hacia el techo, con los pies en punta.
  • En esta posición, realice pequeños movimientos rápidos con los brazos a unos 15 cm del cuello, subiendo y bajando (movimiento de bombeo), 5 veces seguidas con inhalaciones espasmódicas, seguidas de exhalaciones espasmódicas, luego repita.

El objetivo final es realizar 100 movimientos de brazos seguidos, por eso el ejercicio se llama «Los cien», pero puedes empezar con 4 series de 30 o 40 movimientos para empezar.

Ejercicio 5:

Vídeo de la navaja de nivel intermedio y avanzado:

https://www.youtube.com/watch?v=CyDp8OMZ-Nw

Conclusión

El método Pilates existe desde hace más de un siglo. De un proceso diseñado para ayudar a los lesionados ha pasado a convertirse, con más de 500 ejercicios, en una actividad por derecho propio. Y es para todos, en todo el mundo.

En mi próximo artículo, propondré sesiones de pilates y presentaré el material que se puede utilizar.