Sillas romanas con soporte mural: ventajas e inconvenientes

Las sillas romanas con soportes de pared ya no son realmente sillas romanas. Son más bien primos, porque a diferencia de las sillas romanas que se encuentran en los gimnasios, no te puedes sentar en ellas. De hecho, sólo tienen travesaños rectos. Al ser diferentes en su construcción, su uso también es ligeramente distinto. Como tales, tienen sus propias ventajas y desventajas, dependiendo de sus necesidades.

Las ventajas de una silla romana mural

Las sillas romanas de pared tienen muchas ventajas.

Puede realizar muchos ejercicios de pronación y supinación mientras está de pie. Sin embargo, es necesario desarrollar una postura excelente en el suelo.

Las sillas de pared suelen tener secciones acolchadas para mayor comodidad. Sobre todo en las superficies de apoyo. Así no tienes que agarrar el metal con las manos. Además, este acolchado limita la fricción y la aparición de campanillas y callosidades en las manos.

Y el hecho de estar de pie no significa que no tenga derecho a un respaldo acolchado. La mayoría de los modelos disponen de uno.

La gran ventaja de la silla romana con apoyo en la pared es que ejercita toda la parte superior del cuerpo. Pectorales y dorsales. Bíceps y tríceps. Puede hacerlo todo. Sin embargo, tendrás que hacer una cruz en la parte inferior del cuerpo.

Por último, una silla romana de pared no ocupa mucho espacio. Menos que una silla romana. En lugares donde el espacio es reducido, ésta puede ser una buena opción. Sobre todo porque puedes guardar otra pieza de equipo de ejercicio debajo cuando no estés entrenando.

chaise romaine murale
La silla romana de pared es más compacta. Una ventaja en términos de ahorro de espacio, pero una pérdida en términos de la variedad de ejercicios que se pueden realizar con esta máquina.

Desventajas de la silla romana mural

Si desea utilizar una silla romana con soporte de pared como cualquier otra silla romana, se sentirá decepcionado. De hecho, están diseñadas para realizar ejercicios de tracción de pie, pronación y supinación. Pero en ningún momento podrás sentarte y apoyarte con los pies firmemente en el suelo. Así que no todos los ejercicios se pueden realizar con este tipo de silla romana.

También es necesario poder fijarla a la pared. La fijación a la pared es bastante sencilla, ya que basta con taladrar de 6 a 8 orificios, según el modelo, y fijarla con tacos y tornillos adecuados. Sin embargo, olvídate de instalar este tipo de aparato en una pared de cartón yeso o en un tabique. No soportarán la carga ni la tensión, aunque utilices tacos adecuados. Necesitas una pared de verdad. En una casa o piso, no se puede colocar en cualquier sitio.

Por último, la silla romana con soporte mural requiere una cierta altura de techo. Como la silla se utiliza de pie, las barras están fijadas a una altura muy superior a la suya. En algunos edificios, la altura del techo puede ser un problema. No para instalar el aparato, sino para poder utilizarlo correctamente, que sigue siendo el objetivo.

Nuestro consejo: compruebe dónde quiere instalar su silla romana de pared y si es adecuado para el modelo que desea.